Entrevista con Asun Lera St Clair, investigadora en el Centro Nacional de Supercomputación en Barcelona y miembro del grupo de expertos de la Asamblea Ciudadana para el Clima.
¿Cómo fue el comienzo de la Asamblea?
La primera sesión fue un momento absolutamente histórico, de gran emoción personal para mí. En mi trabajo hemos dicho y repetido hasta la saciedad que la acción climática no es solamente una cuestión para los expertos, para los que toman las decisiones, sino que tiene que haber participación ciudadana. Encontrarnos en esa primera sesión, aunque fuera de forma virtual, con esos 100 representantes de una mini España, fue un momento absolutamente emocional. Todos sabíamos que teníamos por delante una tarea y una labor enormes, inmensas, de cortar en trozos más pequeños un problema súper importante, que tiene unos riesgos mastodónticos para nuestra generación y muchísimo más para las generaciones venideras. Pero al final de la sesión estaba clarísimo que teníamos el sentido común de 100 ciudadanos y ciudadanas de todas partes de España. Ellas y ellos estaban dispuestos a hacerlo y tenían un montón de cosas que decir a todos los tomadores de decisiones en este país y a todos los ciudadanos.
¿Cómo se han organizado las deliberaciones?
Uno de los trabajos principales del grupo de expertos, junto con los organizadores, era estudiar cómo dividir el tema de la acción climática, de forma que se pudiera deliberar. Se escogieron esas áreas de vida de forma que fueran temas que cualquier ciudadano o ciudadana pudiera relacionar de forma directa con su vida diaria. Temas como la alimentación, el consumo, la salud, el trabajo o lo que ocurre a nivel de la comunidad. La cuestión era cómo romper el debate en trozos manejables, para que se genere una discusión que sea entendible y que pueda llevar a unas deliberaciones coherentes, donde los diferentes participantes puedan saber de qué estamos hablando. Creo que eso se ha conseguido de forma muy exitosa.
Ha sido un proceso de empezar con un tema enorme y complejo, ir dándole cada vez más granularidad, más especificidad y poner los temas de forma concreta. Empezar con un abanico de ideas enorme e ir organizando esas ideas de forma que las más importantes se vayan quedando y, luego, formularlas de manera que sean entendibles y que comuniquen bien al resto de la sociedad. Identificar dónde están las prioridades más importantes y formularlas de manera sencilla. Analizar qué es lo que va a hacer falta, cómo se puede implementar esas recomendaciones. Lo más interesante de ese proceso deliberativo es ver cómo el sentido común nos lleva a temáticas que los expertos han identificado desde hace muchísimo tiempo a nivel mundial, y cómo esos temas expertos se han convertido en una descripción entendible que conecta con la ciudadanía.
¿Cuál ha sido el papel del grupo de expertos?
Se ha limitado a ayudar para que ese proceso deliberativo se diera de forma coherente, que los temas estuvieran enmarcados de forma que se facilitara la deliberación. Pero lo que tiene que estar claro es que los expertos no hemos tenido ninguna influencia en las recomendaciones específicas que se han hecho. Hemos sido las comadronas de este de este proceso.
¿Estás contenta con el resultado?
Estoy absolutamente fascinada, emocionada, feliz de ver este proceso. Ha sido fantástico el sentido común que las ciudadanas y los ciudadanos han demostrado con su energía y dedicación. A los ciudadanos y ciudadanos de España les preocupa muchísimo el cambio climático y tienen muchas ideas que tienen que ser escuchadas. Para mí ha sido un gran honor poder participar en este proceso.
¿Qué impacto esperas que tengan las recomendaciones?
Espero que estas recomendaciones se tomen seriamente, no solamente a nivel político, sino por parte de todos los actores sociales en todas las comunidades y, sobre todo, que tenga un impacto en el resto de los ciudadanos y ciudadanas. Que la gente vea que esto no es un grupo elitista, eso es mi vecino, mi familiar, es gente como yo. Que ellos y ellas realmente han representado a la ciudadanía. Y espero que el impacto sea entender que la acción climática no depende de los expertos, no depende totalmente de los políticos, no depende del sector privado, depende de la democracia en acción de la ciudadanía.