- Durante su quinta sesión, celebrada este pasado fin de semana, la Asamblea ha profundizado en la elaboración de propuestas y recomendaciones en los cinco ámbitos clave de las áreas de vida y sociedad.
- En la Asamblea se ha dedicado un espacio a abordar los riesgos climáticos con la intervención de Francisco Doblas-Reyes, director del Departamento de Ciencias de la Tierra del Barcelona Supercomputing Center (BSC-CNS).
- La fiscalidad ambiental y los diversos incentivos y desincentivos económicos que existen han sido otra de las temáticas debatidas, de la mano de los economistas del Basque Centre for Climate Change (BC3) Iñaki Arto y Xaquín García.
La Asamblea Ciudadana para el Clima (ACC) ha encarado su recta final los días 23 y 24 de abril con la celebración de su quinta sesión, en la que se ha terminado de dar forma y contenido a las propuestas. Estas se acabarán de pulir y aprobar en la última sesión, de carácter presencial, que tendrá lugar en mayo en Madrid.
Cristina Linares, codirectora de la Unidad de Referencia en Cambio Climático, Salud y Medio Ambiente Urbano del Instituto de Salud Carlos III e integrante del Grupo de Expertos que acompaña a la Asamblea, ha señalado que esta sesión representa un momento clave para avanzar en la redacción de las propuestas. Linares ha hecho referencia a las conclusiones de la última entrega del sexto informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), que señala que “ya se están sobrepasando los límites para hacer frente a la crisis climática y los riesgos están aumentando más rápido de lo que se había pronosticado, especialmente para los ecosistemas”. En este sentido, “el informe identifica una serie de soluciones para hacer frente a esta situación, muchas de las cuales se están discutiendo ya en la Asamblea”. Por eso, la investigadora ha destacado la labor crucial del trabajo de la Asamblea, afirmando que “la acción ciudadana es capaz de intervenir en decisiones de política, empresas y administraciones”.
El trabajo de las y los asambleístas se ha estructurado en dos grandes momentos. El sábado se ha trabajado en pequeños grupos para acabar de desarrollar propuestas en los cinco ámbitos clave, las áreas de vida y sociedad: consumo; alimentación y uso del suelo; trabajo; comunidad, salud y cuidados; y ecosistemas. El día siguiente, domingo, se ha realizado un sondeo de las diferentes propuestas para valorar cuáles tienen más apoyo y cuáles necesitan una reformulación o mayor elaboración. Los resultados del sondeo han arrojado un gran nivel de apoyo a la mayoría de propuestas.
El debate se ha completado con aportaciones sobre dos temáticas cruciales que atraviesan todas las áreas, a las que se ha decidido dedicar un espacio de aprendizaje y conocimiento. Francisco Doblas-Reyes, director del Departamento de Ciencias de la Tierra del Barcelona Supercomputing Center (BSC-CNS), ha abordado los riesgos climáticos y adaptación al cambio climático en España. Doblas ha señalado que “en las regiones del sur de Europa los impactos del cambio climático son en su mayoría negativos y además conllevan pérdidas anuales económicas muy fuertes, de miles de millones de euros cada año”. Además, estos “impactos se repetirán año a año a menos que nos adaptemos a ellos”, de forma que, “si no reducimos los riesgos climáticos, los costes para las empresas derivados de los fenómenos meteorológicos extremos afectarán de forma significativa y negativa a su solvencia”.
Por su parte, los economistas del Basque Centre for Climate Change (BC3), Iñaki Arto y Xaquín García, han expuesto los diversos incentivos y desincentivos económicos que existen para favorecer una economía sostenible y baja en carbono. Arto y García han afirmado que “España está por debajo de la media de los países de la UE en materia de fiscalidad ambiental”, por lo que hay un amplio margen de actuación en este terreno. Para estos economistas, la aceptabilidad social y política de las diferentes herramientas fiscales es clave, y para que se implementen “deben ir acompañadas de una reforma fiscal integral y progresiva, que pueda sufragar medidas y compensar a los más vulnerables”. En este sentido, Arto y García consideran que “la Asamblea Ciudadana para el Clima puede servir como una palanca para acelerar y favorecer la implantación de estos instrumentos”.
La deliberación ha contado con el apoyo, como en todas las sesiones, del Grupo de Expertos que acompaña a la Asamblea, para responder a dudas y consultas. En la última sesión de la Asamblea, que será presencial y se celebrará los días 21 y 22 de mayo en Madrid, se terminará de profundizar en la redacción de las recomendaciones y se procederá a su votación final. Una vez finalizadas, las recomendaciones de la Asamblea serán públicas y remitidas al Gobierno y al Congreso de los Diputados para facilitar el debate y la toma de decisiones en materia de política climática.