“Todos podemos hacer algo contra el cambio climático”

Entrevista con Eduardo, portavoz de la Asamblea Ciudadana para el Clima.

¿Cuál es tu visión del cambio climático, cómo crees que te afecta?

El cambio climático me afecta en mi día a día de múltiples formas. Soy un joven que estoy todavía desarrollándome profesionalmente e intentando encontrar un trabajo, incorporarme al mundo laboral. Veo cómo el escenario laboral va cambiando en función de la emergencia climática, se configuran nuevos modelos de trabajo, nuevas precariedades que antes no surgían y nuevos miedos, también, de lo que pueda venir en un futuro. Nunca está claro el futuro, pero hoy en día creo que la incertidumbre es un poquito mayor. 

¿Cómo viviste la primera sesión de la Asamblea?

Fui un poco a ciegas. Me gusta el tema y sabía que todo lo que tuviera que ver con hablar con otras personas sobre el clima me iba a enriquecer, pero no tenía mucha idea de cómo iba a ser. Me gustó mucho la organización, los temas que se empezaron a tratar y los expertos y las expertas que nos iban a acompañar. Algunas eran personas a las que había leído y pensaba que podría aprender cosas. Y en esa primera sesión se vio que la organización nos iba a dar mucho la palabra e iba a tener en cuenta todo lo que decíamos.

¿Cómo ha funcionado la Asamblea?

La organización de los debates y el funcionamiento de la Asamblea ha sido en función de áreas de vida, en mi caso me tocó la de trabajo. Localizamos entre todos los participantes cuáles eran las áreas de vida y sociedad a las que le podía afectar el cambio climático. A partir de ahí a cada uno nos repartieron en un área de vida y hemos abordado el tema de la crisis climática desde esas áreas. También nos hemos dado cuenta de que entre ellas hay muchas cosas que son muy parecidas y que se interrelacionan. Por ejemplo, no podemos hablar de un cambio en el trabajo si no hablamos de un cambio en el consumo. 

¿Cómo fueron los debates? 

La Asamblea ha tenido mucha diversidad en los debates. No era fácil, porque partíamos sin tener ninguna base común. Cada uno aportamos desde lo que vivimos en nuestra realidad. Si estábamos en el área de trabajo, cada uno aportaba en base a su experiencia laboral, y sí estábamos en el área de ecosistemas, sobre el ecosistema en el que vive. Desde ahí nos hemos ido nutriendo unos con otros. Es un trabajo en equipo, en el que lo que sale finalmente a lo mejor no es lo que tú habías pensado al principio, pero es la suma de la diversidad representada en la Asamblea, que es la que hay en la sociedad. Se ponían encima de la mesa muchísimos temas, muy diversos, enfocados de diferentes maneras, pero ahí estaban esas sesiones de debate y reflexión para poder dialogar entre unos y otros y llegar a puntos comunes. 

De los temas que se han discutido, ¿cuáles son los que más te preocupan más a ti?

A mí me parece que la perspectiva laboral es muy importante. Hay un cambio muy grande, hay trabajos que puede que desaparezcan, hay otros que se van a transformar. A raíz de la pandemia hemos visto cómo las maneras de relacionarnos en el trabajo también han cambiado. También me parece muy interesante la perspectiva del consumo, porque es algo que todos podemos hacer desde nuestras casas. Para mí ha sido crucial el pensar otra manera de consumir y, en la medida de lo posible, ir transformando los modelos y los hábitos de consumo.

¿Qué has aprendido a lo largo de este proceso?

Los aprendizajes son varios. Por una parte, los que tienen que ver con lo técnico, con lo que nos han contado los expertos y las expertas. Han pasado personas que investigan en ámbitos como la física, la biología o la economía, que de primeras me eran muy ajenos. Ha supuesto aprender cosas técnicas sobre eso y comprender los grandes temas del cambio climático. Las primeras sesiones fueron un aprendizaje brutal, escuchar a expertos y expertas que de otra manera no podía haberlos escuchado. Quizás podría haberlos leído en libros, pero poder preguntar e interactuar con ellos ha sido una aclaración de conceptos que me ha ayudado mucho. Y, por otra parte, al ser un espacio ciudadano y democrático, el dialogar con otras personas muy diferentes a ti o que tienen otras perspectivas de la vida. Escuchando a mis compañeros y a mis compañeras también he aprendido bastante. Ese trabajo en equipo, esa cooperación y ese saber escuchar y saber ceder cuando tienes que ceder, porque no todo es como tú piensas. Pero llegar a ese punto común y a ese consenso era lo importante y es lo que hemos primado. 

¿Te gustaría transmitir algún mensaje a la ciudadanía?

Que no ignoren lo que escuchan del cambio climático, que también les afecta a ellos y a ellas, que nadie es ajeno a esto. Ya no solo el futuro, sino el presente, nos está dando unas pistas de por dónde tenemos que ir. Que no hagamos oídos sordos. Ha habido muchas ocasiones en que hemos olvidado lo que nos decían expertos o que pensamos que lo que podía suceder, como que no iba con nosotros. Y al final, han estallado crisis a lo largo de la historia y a todos nos han afectado. El cambio climático es un fenómeno global, pero se pueden hacer cosas desde lo local. Que no se piense nadie que porque no sean expertos, no pueden hacer nada. Todos podemos hacer algo, porque el reto más importante que tenemos como humanidad ahora mismo es el cambio climático.